San Gil: historia y aventura

¿Qué le hace una raya más a un tigre?
(Proverbio Santandereano)

Y los caminos: hay algo que le atrae, que le fascina, el trazo audaz, las piedras enormes en escalera, las curvas que se adosan a la topografía violenta, la naturaleza sin domar.
Pedro Gómez Valderrama.
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Vestigios de una revolución entre carreteras tan bravías como el carácter de sus habitantes. Los campesinos se alistan para surtir la plaza de mercado; las campanas de la catedral retumban invocando a los fieles; los motores más osados rugen al trepar esas calles empinadas que aparentan paredes; la primera balsa se asoma bajo el puente de la calle 10.

La Perla del Fonce.

Fundada el 17 de marzo de 1689 por Don Gil Cabrea y Dávalos & Leonardo Correa de Betancurt con el título de Muy Noble y Leal Villa de Santa Cruz y San Gil de la Nueva Baeza. Hoy simplemente conocida como San Gil (un nombre un poco más fácil de recordar), orgullosa de ser reconocido como la capital turística de Santander y la capital de la aventura en Colombia. El destino perfecto para los amantes de la adrenalina.

Este municipio pintoresco donde residen no más de 65000 habitantes ha logrado mantenerse alejado de la típica ruta turística. (Bogotá- Amazonas – Eje cafetero – Cartagena) Sin embargo, San Gil se ha convertido en un destino popular entre los mochileros y viajeros de aventura gracias a su oferta única y variada de deportes extremos. Bunge jumping, canotaje, rappel, kayak, entre otros.

Un poquito de historia

¿Y cómo era San Gil antes de la llegada de los españoles ?

En la época prehispánica, la región donde hoy se encuentra San Gil estaba habitada por los indígenas Guane. Adoraban vehementemente a Bochica, el Dios mensajero en la religión Muísca. Su economía se basaba en los cultivos de tabaco y la fabricación de tejidos de fique, pero en lo que más destacaban era la fabricación de mantos de algodón que se remontan al siglo XI dC. Son muy pocas las referencias que se tienen acerca de su aspecto morfológico; no obstante, Fray Pedro Simón afirmaba que “eran indios de buenas caras, más blancos que colorados, de nariz aguileña, distintos a los Muíscas, que tenían la nariz bastante achatada, y los ojos un tanto oblicuos”. Desafortunadamente, sufrieron el mismo destino que otros grupos indígenas de la región, siendo fuertemente impactados por la colonización.

Bajo la conquista

“San Gil fue fundada como un pueblo de blancos.” Durante la conquista, los españoles impusieron su dominio sobre los Guanes, quienes fueron obligados a trabajar en encomiendas y a adoptar la religión católica. Gracias a su ubicación estratégica en el camino real que conectaba a Bogotá con el Río Magdalena, se convirtió en un importante centro comercial y agrícola. La influencia española se refleja en la arquitectura colonial que se refleja en las fachadas y balcones de la ciudad.

Post independencia

Después de la independencia de Colombia en 1819, San Gil continuó desarrollándose como un centro agrícola y comercial. En 1887, con el Ordenamiento Territorial, San Gil fue designado como municipio y se convirtió en la cabecera de la Provincia de Guanentá. Durante este período, la ciudad experimentó un crecimiento económico y demográfico significativo, impulsado por la producción de café, tabaco y otros productos agrícolas.

Conflicto armado

Durante el siglo XX, San Gil, al igual que muchas otras regiones de Colombia, se vio afectada por el conflicto armado. La violencia y la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares impactaron la vida de los habitantes y el desarrollo de la región. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, la comunidad ha trabajado arduamente para superar los efectos del conflicto y promover la paz y la reconciliación.

Actualidad

Hoy en día, San Gil es conocida como la capital del turismo de aventura en Colombia. La ciudad ha aprovechado sus recursos naturales, como el río Fonce y las montañas circundantes, para desarrollar una industria turística vibrante. Actividades como el rafting, el parapente, el espeleísmo y el senderismo atraen a turistas de todo el mundo. Además, San Gil ha logrado conservar su patrimonio cultural y arquitectónico, con edificios coloniales bien preservados y una rica tradición artesanal.

Ubicación

San Gil se encuentra ubicada en la vía que comunica a Bogotá y Bucaramanga, exactamente a 327 km de la capital del país y a 96 km de la Ciudad Bonita. Linda por el norte con los municipio de Villanueva y Curití, por el oriente con Curití y Mogotes, por el sur con el Valle de San José y Páramo, y por el occidente con Pinchote, Cabrera y Barichara.

Para llegar a San Gil, Colombia, tienes varias opciones dependiendo de tu punto de partida:

  1. Desde Bogotá: Puedes tomar un bus directo desde la Terminal de Transportes de Bogotá, lo que toma aproximadamente 6 a 7 horas por carretera. También puedes volar al aeropuerto de Bucaramanga y luego tomar un bus o carro particular hacia San Gil (aproximadamente 2 horas de viaje desde Bucaramanga).
  2. Desde Bucaramanga: Es el punto de acceso más cercano. Puedes tomar un bus desde el Terminal de Transportes de Bucaramanga, con un tiempo de viaje de alrededor de 2 horas.

Para visitar los pueblos aledaños:

  1. Barichara: Este pintoresco pueblo colonial está a solo 30 minutos en bus desde San Gil. Hay buses frecuentes que salen desde la terminal local.
  2. Curití: A unos 20 minutos de San Gil, este pueblo es conocido por sus tejidos artesanales en fique. Puedes llegar en bus o taxi.
  3. Villanueva y Páramo: Se encuentran cerca y son accesibles en buses locales o en carro. Estos pueblos son ideales para disfrutar de paisajes naturales y tradiciones rurales.

La infraestructura de transporte entre San Gil y los pueblos vecinos es buena, con rutas de buses regulares y opciones de taxis o vehículos particulares para moverse con facilidad.

¿Qué hacer en San Gil?

La Capital Turística de Santander ofrece una gran variedad de actividades emocionantes y lugares para visitar. Te aseguro que no te aburrirás. San Gil tiene opciones para todos los presupuestos y gustos, planes relajados y actividades que harán que tu corazón palpite de emoción. Aquí te comparto algunas recomendaciones:

  1. Deportes Extremos: San Gil es famoso por sus deportes de aventura. Puedes hacer rafting en el río Fonce, parapente en el cañón del Chicamocha, rappel y espelología.
  2. Cascadas de Juan Curí: Esta impresionante cascada es ideal para una excursión de un día. Puedes nadar en sus pozos naturales o atreverte a descender la cascada en torrentismo.
  3. Parque Natural el Gallineral: Un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Déjate envolver por sus heliconias, ceibas y musgos que refrescan el ambiente en el parque. Este espacio es una isla que forman dos brazos de la quebrada Curití antes de desembocar en el río Fonce. Allí se levanta un monumento en piedra en homenaje a Jorge Villamil, autor de “Si pasas por San Gil”.
  4. Canyoning en el Guane: Podrás descender por cañones y cascadas, una experiencia llena de adrenalina.
  5. Cueva de la Vaca: Esta cueva es perfecta para los amantes de la espeleología. Podrás explorar sus formaciones rocosas y disfrutar de una aventura subterránea.
  1. Bungee Jumping: Si buscas una descarga de adrenalina, el bungee jumping desde el puente de San Gil es una experiencia inolvidable.
  2. Caminata a la Cascada de Curití: Esta caminata te llevará a través de hermosos paisajes hasta llegar a una impresionante cascada donde podrás nadar y relajarte.
  3. Visita a la Hacienda El Roble: Conoce una finca cafetera y aprende sobre el proceso de producción del café. Además, podrás degustar café fresco y disfrutar de las vistas panorámicas.
  4. Parque Nacional del Chicamocha: Este parque ofrece una variedad de actividades, desde teleférico hasta senderismo y parapente. Las vistas del cañón del Chicamocha son espectaculares.
  5. Paseo en bicicleta: Alquila una bicicleta y recorre los alrededores de San Gil. Hay rutas para todos los niveles, desde paseos tranquilos hasta rutas más desafiantes.
  6. Gastronomía local: No te pierdas la oportunidad de probar la comida típica de la región, como la hormiga culona, el mute santandereano y las arepas de maíz pelao.
  7. Balneario Pozo Azul: Un lugar perfecto para refrescarse y disfrutar de un día de sol. Este balneario natural tiene pozas de agua cristalina donde puedes nadar y relajarte.
  8. Caminata a la Cascada de Barichara: Esta caminata te llevará a través de hermosos paisajes hasta llegar a una cascada escondida, ideal para un picnic y un baño refrescante.
  9. Visita a la Plaza Principal de San Gil: Un lugar encantador para pasear, disfrutar de la arquitectura colonial y probar algunos de los deliciosos helados artesanales de la región.
  1. Museo Arqueológico de San Gil: Aprende sobre la historia y la cultura de los pueblos indígenas que habitaron la región. El museo cuenta con una interesante colección de artefactos y exposiciones.
  2. Pesca deportiva en el río Fonce: Si te gusta la pesca, puedes disfrutar de una jornada de pesca deportiva en el río Fonce, conocido por su abundancia de peces.
  3. Tour en cuatrimoto: Explora los alrededores de San Gil en una emocionante aventura en cuatrimoto. Hay rutas que te llevarán por caminos rurales y paisajes impresionantes.
  4. Visita a la Catedral de San Gil: Esta hermosa catedral es un lugar de paz y reflexión, y su arquitectura es impresionante.
  5. Mercado de San Gil: Sumérgete en la vida local visitando el mercado, donde podrás encontrar productos frescos, artesanías y probar la comida típica de la región.

Gastronomía

Es imposible nombrar todos los platos que componen la gastronomía de la región, pero aquí te nombro cinco opciones que dejaran encantado y satisfecho.

  1. Cabro: Se elabora con carne de cabro marinada con una mezcla de especias, ajo y cebolla, y a veces cerveza o vinagre, para ablandarla y darle sabor. Luego, la carne se cocina a la parrilla, frita o al horno, logrando una textura tierna y jugosa. Tradicionalmente, se sirve acompañado de yuca, arepa y pepitoria, un guiso hecho con las vísceras del cabro y arroz. Esta combinación de sabores y texturas crea una experiencia culinaria rica y satisfactoria que refleja la riqueza gastronómica de Santander.
  2. Sobrebarriga: es un corte de carne de res extraído del costillar o falda de la vaca. Es un corte fibroso y jugoso que, al cocinarse lentamente, se vuelve tierno y sabroso. Se prepara tradicionalmente en platos como la “sobrebarriga en salsa”, que consiste en cocinar la carne a fuego lento con tomates, cebolla, ajo y especias, o la “sobrebarriga a la criolla”, acompañada de papas, arroz y plátano. También puede servirse a la parrilla o al horno, y suele comerse con guarniciones como yuca o ensalada.
  3. Carne Oreada: Se trata de un corte de carne de res que se adoba con sal y especias como ajo y comino, y luego se deja secar al aire (o “orear”) por un tiempo breve, lo que le da un sabor único y una textura firme pero jugosa. Tradicionalmente, la carne oreada se prepara asándola a la parrilla o frita, y se acompaña con arepas de maíz, yuca, papas y ensaladas. Su sabor característico proviene del proceso de secado y la mezcla de especias locales.
  4. Pepitoria: elaborado con vísceras de cabro, como el hígado, corazón y sangre, además de arroz, huevo y especias. Para prepararla, se cocinan las vísceras finamente picadas y se mezclan con arroz previamente cocido, huevo duro picado y un sofrito de cebolla, ajo y comino. La sangre del cabro, previamente cocida, se desmenuza y se incorpora a la mezcla, lo que le da su color y sabor distintivo. La pepitoria se sirve acompañada de arepas o papas, siendo un plato representativo de la gastronomía santandereana.
  5. Tamal: Los tamales santandereanos son una versión tradicional de los tamales colombianos, característicos de la región de Santander. Se preparan con una masa de maíz mezclada con yuca o papa y se rellenan con carne de cerdo, tocino, garbanzos y a veces arroz. La mezcla se sazona con especias como comino, ajo y cebolla, dándole un sabor distintivo. El tamal se envuelve en hojas de plátano y se cocina al vapor o en agua durante varias horas. Se suelen comer como parte del desayuno o almuerzo, acompañados de ají, arepa o café.

Los Caminos de Lengerke son una red de antiguos senderos empedrados construidos en el siglo XIX en la región de Santander, Colombia, por el empresario alemán Geo von Lengerke. Estos caminos fueron vitales para el comercio, conectando diversos pueblos de la región con rutas hacia el río Magdalena, facilitando el transporte de mercancías como café, tabaco y quina. Hoy en día, estos senderos se han convertido en rutas turísticas y ecológicas, atrayendo a excursionistas que desean explorar la belleza natural y el legado histórico de Santander.

Si quieres conocer más de la vida de Geo von Lengerke en las bravas tierras de Santander, te invito a leer la novela La otra raya del tigre de Pedro Gómez Valderrama

Principales rutas de los Caminos de Lengerke:

  1. Barichara a Guane: Uno de los tramos más populares, que conecta el pueblo colonial de Barichara con el pequeño poblado de Guane. Es un recorrido corto (2-3 horas) y ofrece paisajes espectaculares.
  2. Zapatoca a Betulia: Otro tramo emblemático que cruza montañas y paisajes rurales, mostrando el entorno natural de Santander.
  3. Vías en los alrededores de San Gil, Socorro y Charalá: Estas rutas también forman parte de la red de caminos utilizados históricamente por comerciantes.

Cómo visitarlos:

Los Caminos de Lengerke se pueden recorrer a pie o en bicicleta. Para hacer las caminatas, es recomendable ir con un guía local o un grupo organizado, ya que algunos tramos son empinados o pueden estar poco señalizados. Además de ser una experiencia cultural, es una oportunidad para admirar la flora y fauna de la región y disfrutar de un viaje al pasado. No olvides tu gorrita o sombrero, ropa cómoda y fresca, y una botella de agua.


San Gil, un municipio encantador ubicado en el corazón del departamento de Santander, se distingue por su rica historia y sus profundas raíces culturales. Este lugar, conocido como la “Capital Turística de Santander,” no solo destaca por sus hermosos paisajes y actividades de aventura, sino también por el legado histórico que ha moldeado su identidad. Una figura que emerge con gran relevancia en la historia de San Gil es Geo Von Lengerke, el ingeniero y empresario alemán que llegó a Santander en el siglo XIX. Von Lengerke jugó un papel crucial en el desarrollo de la región al construir caminos que conectaron diversos pueblos y facilitaron el comercio y el transporte.

Su visión y habilidades ingenieriles dejaron una huella indeleble en la infraestructura y en la prosperidad económica del área. A través de sus obras, Von Lengerke no solo transformó el paisaje físico de San Gil y sus alrededores, sino que también dejó un legado cultural que aún resuena en las historias y leyendas locales. Así, San Gil no solo se enriquece por su naturaleza y su oferta turística, sino también por su historia viva, tejida en los caminos que una vez recorrió este pionero alemán. Su legado se entrelaza con la identidad del municipio, haciendo de San Gil un lugar donde la tradición, la leyenda y la modernidad coexisten, ofreciendo a quienes lo visitan una experiencia profundamente auténtica y llena de historia.

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